La dama de honor, una aliada en el momento clave

La dama de honor, una aliada en el momento clave

El papel de la dama de honor ha llegado a nosotros, sobre todo, a través de las películas, aunque es una tradición que procede de la antigua Inglaterra, cuando empezó a popularizarse el uso del cortejo nupcial en las ceremonias matrimoniales. Su importancia y papel en la boda –antes, durante y después- depende de cada novia, de cada dama, y por supuesto, del tipo de enlace y sobre todo, de su envergadura. Así que por mucho que aquí refiramos una serie de funciones, no la toméis a pies juntillas. Se puede ser dama de honor pero no por eso nos vamos a convertir en wedding planner, que para eso ya hay profesionales del tema.

Despedida de soltera. En esta tarea está de acuerdo casi todo el mundo. La dama de honor y las amigas en general de la novia son las que deben organizarle la despedida de soltera. Si os perdisteis nuestro post sobre el tema, échadle un vistazo, que damos varias ideas para no hacer lo mismo de siempre http://www.the-fotoshop.com/blog/?p=152

Preparación. Se entiende que la dama de honor puede ayudar a organizar la boda, aunque tampoco conviene abusar. Sí, se puede dar la opinión sobre las invitaciones, llevar el listado de invitados, pero al fin y al cabo es algo de lo que deben responsabilizarse los novios. En todo lo que se pueda decidir es obvio que la dama de honor puede ofrecer su parecer, ya sea de la decoración, como de los detalles a los invitados… Pero lo más importante es la elección del vestido de novia. Darle una opinión sincera, ayudarla a elegir el que más la favorezca, y acompañarla en las pruebas del vestido son algunas de las tareas que van con el ‘cargo’. Ayudar a la novia a ponerse el vestido el día del casamiento, así como los complementos y, sobre todo a calmar sus nervios en esos momentos serán elementos clave.

Ceremonia. Durante la ceremonia la dama de honor tiene que llegar a donde no puede la novia: recogerle la cola, aguantarle el ramo en la iglesia o donde haga falta, colocarle el velo… Y por qué no, hacer de testigo e incluso leer algun texto. También organizará la salida de los novios del lugar de la ceremonia, repartiendo lo que los nuevos esposos hayan dispuesto: pétalos, arroz, confetti, globos… También aquí damos ideas http://www.the-fotoshop.com/blog/?p=213

Banquete. Puede ayudar a marcar los tiempos del banquete, sobre todo cuando los invitados se demoran un poco a la hora de sentarse a la mesa, o de cambiar del lugar del aperitivo al de la comida o cena. Insistimos, no se trata de que haga de organizadora de bodas, también tiene que disfrutar de la fiesta, pero no está de más que esté al caso de los detalles que a los novios, con la emoción, se les puedan pasar.

Últimamente se ha popularizado en las bodas tener más de una dama de honor, aunque siempre habrá una que tendrá el papel principal y que asumirá la mayoría de las tareas que hemos indicado. A la hora de elegir a las damas de honor, si se tiene más de una, hay que tener en cuenta que lo habitual es que sean de dos a ocho como mucho. El vestido es el punto más espinoso, sobre todo si son de distintas constituciones físicas o alturas diversas. En ese caso lo ideal es elegir la misma tela y color y que cada una se diseñe un traje que le quede bien, guardando bien las normas del largo en caso de boda diurna o nocturna. Un complemento igual, ya sea un broche o flor, les puede dar más uniformidad. Si tienen cuerpos parecidos sí puedes permitirte un mismo modelo con el mismo color o, incluso, con colores varios, aunque lo más común es que lleven el mismo. Hay que tener en cuenta también que no deberían eclipsar a la novia, por lo que se desaconsejan colores como el rojo y el negro por ser demasiado serio y triste para una boda.

Y no olvidéis que lo importante es pasárselo genial de ese día, pese a los nervios y sobre todo gracias a las emociones a flor de piel.

La dama de honor, una aliada perfecta


Deja un comentario