¿Es una locura casarse en Navidad?

¿Es una locura casarse en Navidad?

Está claro para la mayoría de la gente que la época más habitual para casarse es entre primavera y verano. Y si bien se habla de las bodas de invierno, que cada vez son más frecuentes, hay quien todavía quiere rizar más el rizo y casarse en Navidad. ¿Es una buena idea? ¿Qué inconvenientes y ventajas tiene?

La primera ventaja es que casi nadie se casa en esa época. La segunda es que la Navidad en sí misma nos ofrece ya una temática definida de cara a la decoración, los detalles, la música e incluso el menú de nuestra boda. La tercera es que, si nos gusta esa época, combinar la magia de la Navidad con la de ése día puede tener un resultado muy especial.

¿Desventajas? Algunas. El frío es una de ellas, aunque no la más importante. Quizá si hubiera que destacar alguna es la disponibilidad de los invitados para asistir a nuestra celebración. Pero para ello sólo habrá que tomar algunas precauciones.

Es muy importante por ejemplo, enviar las invitaciones con mucha más antelación que una boda normal, para que la gente pueda planificarse con sus fiestas navideñas. Lo ideal es 12 semanas antes como mínimo. Obviamente habrá que evitar días como el 24 o el 25 de diciembre, por no hablar de la noche de Fin de Año. Lo mejor, según cuadre en el calendario, es elegir días como el 23, 26, 27, 29 o 30 de diciembre (a evitar el 28 por si alguien creen que le estamos tomando el pelo).

El tema de la temperatura, aunque no lo parezca, da mucho juego en cuanto al vestuario. Si bien no es recomendable que el padre de la novia se vista de Papá Noel para llevarla al altar, lo cierto es que sí puede incorporarse un cierto espíritu navideño a los atuendos de los invitados. Los abrigos, los complementos como los sombreros, los foulares, los broches navideños y los guantes pueden dar a nuestros invitados un toque de distinción que no tiene una boda de verano.

En cuanto a la temática que nos facilita la Navidad, podemos aplicarla a muchas cosas. Jugar con el muérdago, las luces, las velas…¡y cantar villancicos en la boda! No pienses los colores de la navidad siempre en términos de verde y rojo. Usa el dorado, el plata, el blanco con algun destello brillante… eso le dará tanto un aire navideño a tu boda como también un punto lujoso y elegante.

Para la decoración puedes usar también árboles de Navidad, y hacer que tus invitados, en lugar de firmar en un libro de buenos deseos para los recién casados, los cuelguen en forma de tarjeta en el árbol. Puedes aprovechar, en lugar de numerar las mesas del banquete, a ponerles nombres navideños: Papa Noel, Baltasar, Muñeco de nieve, Belén…

En los detalles que se entregarán a los invitados también se puede jugar con la temática navideña, regalando bolas de cristal, adornos, o cualquier objeto digno de guardar que tenga que ver con estas fiestas.

Y si el día de tu boda no nieva, también puedes, si tu presupuesto lo permite, contratar un pequeño cañón de nieve artificial. Si no, siempre te queda el confeti o las bolitas pequeñas de poliestireno. ¡En las fotos quedará genial!

En resumen, en una boda navideña la cuestión está en aprovechar las fiestas y convertir tu enlace en un motivo más para celebrar y compartir con tus seres queridos. Eso sí, tienes que ser un apasionado de la Navidad. Si no es una época que te vaya mucho, mejor no te compliques la vida y elige otra fecha.


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