La noche de bodas ¿ya no es lo que era?

La noche de bodas ¿ya no es lo que era?

Desde siempre, la noche de bodas ha tenido un significado especial. Es la gran noche en la que el hombre y la mujer, ya esposos, consuman el matrimonio. Esta tradición, que se comparte en muchas culturas, y que todavía se sigue en muchas ocasiones, ha pasado en la mayoría de los casos, por los cambios en nuestra sociedad, a perder un poco ese simbolismo que había tenido hasta ahora.

Si bien, por mucho que la consumación haya ocurrido previamente, esa noche sigue siendo especial porque es la primera en la que están juntos los recién casados como marido y mujer, para muchas parejas no deja de ser una noche como otra cualquiera, por llegar al matrimonio después de bastante tiempo de relación e incluso tras meses de convivencia bajo el mismo techo.

Cada vez encontramos más casos en los que, sobre todo en bodas de tarde-noche, los novios salen de fiesta con sus amigos, después de la celebración oficial, y uno puede encontrarse por la calle a los recién casados o bailando en una discoteca hasta el amanecer.

El cansancio de ese día tan ajetreado, y los brindis y brindis que habremos hecho a lo largo de la jornada, provocarán también que estemos totalmente destrozados como para poder afrontar una noche que sea memorable. Es por eso que quizá habría que dejar de preocuparse por las tradiciones y a lo mejor crear alguna nueva.

¿Qué os parece si cambiamos la noche de bodas por el desayuno de bodas? Recién duchados (juntos o no), fresquitos, descansados, y preparados para la ocasión, con lencería sensual para ella –el blanco es el color más habitual, pero cada vez se juega más con los dorados y los tonos más oscuros- y, por qué no, con atractiva y masculina ropa interior para él.

Y todo eso con la guinda de un buen desayuno delicioso servido en la habitación para reponer fuerzas después. Para ello podemos aprovechar las suites nupciales de los hoteles, que seguro que tendrán algun detalle especial con nosotros.

No olvidéis además que la Universidad Queen’s de Belfast asegura que hacer el amor por la mañana refuerza el sistema inmunológico y favorece la circulación, así como combate la depresión y la osteoporosis. Así que qué mejor que ‘el desayuno de bodas’ para ir haciendo hábito para el futuro.


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